sábado, 16 de febrero de 2019


Los cantos gregorianos desde su nacimiento, an sido atribuidos a la música cristiana fue una oración cantada, que debía realizarse no de manera puramente material, sino con devoción o, como lo decía San Pablo, cantando a Dios en vuestro corazón. Los texto era pues la razón de ser del canto gregoriano.
En realidad el canto del texto se basa en el principio de que, según san Agustín, el que canta bien, ora dos veces.
El canto gregoriano jamás podrá entenderse sin el texto, el cual tiene prelación sobre la melodía y es el que le da sentido a estos, cada día más populares cantos. Por lo tanto, al interpretarlo, los cantores deben haber entender muy bien el sentido de los texto. En consecuencia, se debe evitar cualquier impostación de voz de tipo operístico en que se intente el lucimiento del intérprete, cosa muy difícil ya que se ha de tener multitres cualidades.
Del canto gregoriano es de donde proceden los modos gregorianos, que dan base a la música occidental. De ellos vienen los modos mayor y menor, y otros cinco menos conocidos.
Destacar que en Mallorca (Baleares), se hacen estos cantos con un éxito improcedente.
Las casa discográficas han visto una fuente de vender y tras los hallazgos de grande coros gregorianos que  han hecho el agosto lanzando varios trabajos perfectamente hechos por monjes de voces celestiales.
La denominación canto gregoriano procede de atribuírsele su recopilación al Papa San Gregorio Magno, siendo una evolución del canto grecorromano con influencias del canto galicano.

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