martes, 26 de febrero de 2019

Cisma de la Iglesia


El Cisma de la Iglesia

Según cuenta la historia, en Julio de 1054 se acercaba, y el mundo cristiano estaba apunto de experimentar un gran evento en el camino a la ruptura que continúa hasta nuestros días, hablamos del Cisma o para que nos entendamos mejor, la división entre las iglesias cristianas de Occidente y la de Oriente.


Los actores centrales del Cisma o del conflicto que emergía eran Miguel Cerulario, el patriarca de Constantinopla, y Leo IX, el obispo o papa de Roma.

El 6 de Julio de 1054, sucedió que Cerulario había condenado fuertemente a la iglesia de Occidente por algunas de sus prácticas y creencias religiosas, un desacuerdo que como parte de su ataque, Cerulario excomulgó a los obispos de Constantinopla que seguían ciertos ritos de la iglesia de Occidente y cerró sus iglesias, y mientras tanto, Leo había enviado una delegación a Cerulario, que estaba encabezada por el Cardenal Humberto, con su propia lista de demandas y acusaciones contra el patriarca, y según todo ocurrió, Leo murió a mediados de la misión, pero la delegación no paro y si continuó con su tarea encomendada, pero parece ser que trágicamente, las reuniones entre el Cardenal Humberto y el Patriarca Cerulario fueron ásperas, por llamarlas de alguna manera y la desconfianza y el deseo por mantener el poder eclesiástico gobernaron las acciones. Ningún diálogo útil pudo ocurrir en tal atmósfera envenenada.

Se suele decir que no hay mal que dure cien año y, en este caso El Cisma de la Iglesia se multiplica por diez, pero nunca es tarde si la comunicación es buena.





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