La catedral de Santa Cecilia de Albi, en la archidiócesis de Albi, es el mayor edificio de ladrillos del mundo.
Se cuenta que fueron dos siglos los necesarios para esta fantástica construcción, de 1.282 a 1.480.
La catedral de Albi es hoy una de las catedrales más visitadas de toda Francia.
La catedral de Santa Cecilia nos ofrece un contraste importante entre el rigor sobrio del exterior de arquitectura defensiva y la riqueza interior de una suntuosa y espectacular decoración.
Esta espectacular catedral de Albi, es una fortaleza obra maestra del gótico meridional. Se trata de un verdadero castillo que se convirtió en arma disuasoria en el sistema defensivo de la ciudad Albi.
En el exterior, La catedral de Santa Cecilia, se enriqueció hacia el 1.392 con la puerta Dominica de Florence, más de un campanario en forma de torre de 78 metros de altura que fue acabada en 1.492 poco después de la consagración de la catedral en 1.480, y del baldaquín de la puerta de entrada en 1.515 - 1540.
El interior de esta Catedral monumento marca una ruptura con el aspecto masivo del exterior. Se cree que fueron artistas flamencos desconocidos, los que realizaron esta fantástica y gigantesca pintura mural del Juicio Final en 1.475 – 1.480, y que fue en el mismo momento, que artistas franceses esculpieron en gótico flamígero el ambón y el cercado del coro en 1.475-1.484.
Este conjunto sin igual de piedra está adornado con una magnífica estatuaria policromada, testigo único de la calidad de la escultura francesa del siglo XV.
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