Gruyére es uno de los lugares más populares de Suiza, un pequeño pueblo romántico por su castillo, sus casa, sus gentes y por sus quesos que llevan su propio nombre.
Los edificios de Gruyére son verdaderas obras de arte y joyas históricas, una larga calle, una plaza grande y continua hasta el castillo. Tiene muchas tiendas y cafeterías que son su principal ingreso, así como los de su muy famosos quesos de Gruyére, un buen clima que hace que sea muy visitado por el turismo tranquilo y relajado.
En Gruyére hay que caminar, pues no se permiten coches en su calle principal, lo que lo hace más pintoresco y acto para disfrutar de sus cafeterías al aire libre.
El pueblo de Gruyére en Suiza, tiene muchas leyendas y sus paisajes son digno de los más caprichosos pintores y fotógrafos por sus colores y diversidad.
Son famosos sus atardeceres y puestas de Sol que según donde las contemples se ven distintas pero siempre con colores que fascinan los sentidos, así como noches plácidas y tranquilas.
Aparte de la belleza del pueblo de Gruyére, hay visitas guiadas a las fabricas de queso que como todo el pueblo son limpias y recomendables si se quieres saber como hacer un manjar tan esquisto, en ella se explica el proceso de como hacer un buen queso Gruyére y se suele invitar a los visitantes a de gustaciones de quesos acompañado de vino. Las fachadas de las casa están cuidadas de ahí que el paseo camino hasta el castillo es todo un gustazo para los visitantes. El castillo es de estilo medieval del siglo XIII, de una belleza que solo en el se comprende. Desde las ventanas del castillo se ven espectaculares paisajes y los Alpes y los jardines del castillo que son impresionantes bellos y cuidados
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