En la moda todo vuelve, y junto al regreso del estilo de los ochentas regresó la forma masculina o andrógina, que quiere decir género indefinido.
para afirmar la posición de la mujer en este siglo.
Se le dice moda andrógina porque al ser mujeres las que usan ropa masculina, se borra un poco la línea que tradicionalmente ha hecho la diferenciación tajante entre los sexos.
Trajes de chaqueta, los blazers, los sombreros, todos son elementos que provienen de la vestimenta de los hombres y que se imponen hoy en día como una opción de buen gusto para las mujeres que tienen el control de su vida y que son decididas.
Pero veamos un poco más detenidamente las fuentes de todo esto que se impone seguramente con todos sus derechos a existir más allá de normas impuestas por mandatarios muy dudosos en tiempos que afortunadamente ya están caducos.
Andrógina es la cualidad de las personas cuyos rasgos externos no son propios ni del sexo masculino ni femenino, entrando así en un término medio.
El término fue mencionado por primera vez por Platón, que en su obra El Banquete menciona a un ser especial que reunía en su cuerpo el sexo masculino y el femenino y/o masculino-masculino y femenino-femenino.
Según la Real Academia Española, actualmente ambos términos pueden utilizarse como sinónimos, aunque proporciona para "Andrógino" una definición alternativa que especifica "Dicho de una persona: Cuyos rasgos externos no se corresponden definida-mente con los propios de su sexo". El andrógino sería pues o bien un ser físicamente intermedio, con rasgos sexuales de hombre y de mujer, o bien un hombre o una mujer que no aparenta de forma clara el sexo al que pertenece.
Se le dice moda andrógina porque al ser mujeres las que usan ropa masculina, se borra un poco la línea que tradicionalmente ha hecho la diferenciación tajante entre los sexos.
Trajes de chaqueta, los blazers, los sombreros, todos son elementos que provienen de la vestimenta de los hombres y que se imponen hoy en día como una opción de buen gusto para las mujeres que tienen el control de su vida y que son decididas.
Pero veamos un poco más detenidamente las fuentes de todo esto que se impone seguramente con todos sus derechos a existir más allá de normas impuestas por mandatarios muy dudosos en tiempos que afortunadamente ya están caducos.
Andrógina es la cualidad de las personas cuyos rasgos externos no son propios ni del sexo masculino ni femenino, entrando así en un término medio.
El término fue mencionado por primera vez por Platón, que en su obra El Banquete menciona a un ser especial que reunía en su cuerpo el sexo masculino y el femenino y/o masculino-masculino y femenino-femenino.
Según la Real Academia Española, actualmente ambos términos pueden utilizarse como sinónimos, aunque proporciona para "Andrógino" una definición alternativa que especifica "Dicho de una persona: Cuyos rasgos externos no se corresponden definida-mente con los propios de su sexo". El andrógino sería pues o bien un ser físicamente intermedio, con rasgos sexuales de hombre y de mujer, o bien un hombre o una mujer que no aparenta de forma clara el sexo al que pertenece.
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