Migel de Cervantes Saavedra, el insigne escritor, el llamado, gloria de las letras españolas, nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares en Madrid, España.
Fue el cuarto hijo un cirujano llamado Rodrigo de Cervantes, su madre, Leonor de Cortinas.
Migel de Cervantes Saavedra, cuando contaba 4 años de edad se trasladó con su familia a Valladolid, ciudad donde estaba afincada la corte del rey de España, Felipe II.
En el año 1561 la corte fue trasladada a Madrid, donde la familia Cervantes se traslada también.
Se sabe muy poco de los estudios que cursara Miguel en su infancia y adolescencia, pero no parece que fueran los que hoy llamamos universitarios.
Se sabe que asistió a un colegio de jesuitas, y se sospecha que fue durante su estancia en Valladolid.
Migel de Cervantes ya en Madrid, fue su maestro Juan López de Hoyos, un destacado literato de la época.
Ya con poco más de veinte años se fue a Roma al servicio del cardenal Acquaviva.
Cervantes Saavedra recorrió Italia, y se enroló en la Armada Española y en 1571, donde participó con gran heroísmo en la batalla de Lepanto, la más grande ocasión que vieron los siglos, según se cuenta.
Fue en la batalla de Lepanto, que comienza el declive del poderío turco en el Mediterráneo, formaban el frente cristiano, con la marina española, el estado del Vaticano, y el estado de Venecia.
Aquí fue donde Cervantes, y a consecuencia de un disparo de arcabuz recibido en el pecho y en el brazo izquierdo, perdió gran parte de la movilidad de éste, por lo que fue llamado el Manco de Lepanto.
Fue el 26 de septiembre de 1575, cuando regresaba a España, los corsarios asaltaron su barco en la desembocadura del río Ródano, le apresaron y llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio.
En 1605 publica la primera parte del Quijote, pero parece ser que el éxito dura poco.
Cervantes en 1606 regresa a Madrid, donde vive con apuros económicos y se entrega a la creación literaria.
En sus últimos años publica las celebres Novelas ejemplares en 1613, el Viaje del Parnaso en 1614, Ocho comedias y ocho entremeses en 1615, y la segunda parte del Quijote en 1615.
La fatalidad hizo que el triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas.
Cervantes dedicó sus últimos meses de vida a Los trabajos de Persiles y Segismunda,de publicación póstuma, en 1617.
Cervantes murió en Madrid el 23 de abril de 1616 y fue enterrado de caridad.
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