En la mitología griega Medea era la hija de Eetes, rey de la Cólquida y de la ninfa Idía.
Medea era sacerdotisa de Hécate, al que algunos consideran su madre y de la que se supone que recibió los principios de la hechicería junto con los conocimientos de su tía, la maga Circe.
De esta manera, Medea es el arquetipo de bruja o hechicera, con ciertos conocimientos de chamanismo.
Se cuenta que cuando Medea huyó de Corinto se propuso buscar a Heracles, pues éste le había prometido auxilio en el caso de que Jasón dejara de cumplir con su palabra, y que lo encontró en Tebas, pero se ve que la furia de Hera lo había enloquecido, pero Medea le curó con sus remedios, sin embargo Euristeo apremiaba a Heracles para que cumpliera sus trabajos, a lo que Medea se resignó a que no sería ayudada por él.
Se ve que tras buscar por distintos lugares de protección, Medea llegó a la ciudad de Atenas, cuyo rey, Egeo, no sólo le ofreció hospitalidad sino que casó con ella con la creencia de que sus hechicerías le permitieran concebir un hijo pese a lo avanzado de su edad.
Se ve que la hechicera cumplió sus expectativas teniendo de él un hijo al que llamaron Medo, pero cuando Teseo, que era el hijo secreto de Egeo, llegó a Atenas y dispuesto a que su padre le reconociera como heredero, fue que Medea lo tomó como una amenaza al futuro de su hijo, e intentó envenenarlo, pero Teseo se ve que la descubrió, y acusada de cometer horribles crímenes y de brujería, Medea tuvo que huir de nuevo, esta vez con su hijo.
Más tarde tras huir muy precipitadamente de Atenas, Medea se refugió en Italia donde enseñó a los nativos cómo encantar serpientes, lo que hizo que estos la veneraron como diosa, con el nombre de Angitia.
Al pasar por Tesalia la región llamada así por su hijo Tésalo, Medea compitió con Tetis en una especie de certamen de belleza que presidía Idomeneo, rey de Creta, de allí pasó a Fenicia, estableciéndose allí durante un tiempo, y por último pasó a Asia superior, donde se casó con uno de los reyes más poderosos del lugar, al que sucedió en el trono, a los que algunos autores afirman que fue éste, y no Egeo, el padre de Medo.
Habiéndose enterado de que su padre Eetes había sido destronado por su propio hermano Perses, Medea y su hijo acudieron en su ayuda. Medo mató a Perses y el país recibiría en su honor el nombre de Media.
Medea no murió, sino que se hizo inmortal y moró en los Campos Elíseos, donde dicen que se casó con Aquiles.
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