La mara o liebre patagónica, vive en estepas semiáridas y desiertos de arbustos espinosos del oeste, centro, y sur de la Argentina, y como siempre su distribución se encuentra reducida por causa de la alteración de su hábitat, y como siempre y en especial en la llanura pampeana y en las regiones costeras, debido a la relativa mayor urbanización. Algo así como quita-te tu que me pongo yo, y rápido que tengo prisa.
La estructura social de la mara se define por su condición monógama, poco común entre los roedores, y se aparea de por vida.
Las maras pasan la mayor parte del tiempo con su pareja, viajando juntas, pero sin embargo, y ocasionalmente se movilizan en grandes grupos de 70 o más individuos en migraciones a regiones lacustres donde el alimento es más abundante.
La liebre patagónica es una especie herbívora, que come principalmente pastos y otras hierbas, y es capaz de vivir sin beber agua gracias a su fantástico metabolismo.
Las maras patagónicas son frecuentemente criadas en zoológicos o como mascotas, y cuando se crían desde el nacimiento, son muy sociables con el hombre, y se crían bien en cautividad, pero hay que tener en cuenta que pueden tender a la actividad nocturna para escapar a la socialización.
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